Por cada euro invertido en una feria se generan entre ocho y diez en el entorno. (Bares, restaurantes, alojamientos, comercios, empresas de servicios, etc.).

Si organiza una feria su localidad va a estar presente al menos durante dos semanas en los principales medios de comunicación autonómicos: prensa, radio, televisión y redes sociales, dando una imagen dinámica de la zona.

Debido a la gran cantidad de actividades paralelas que se realizan y al aumento de visitantes, el ambiente es de fiesta por lo que la feria se convierte para la localidad en unas nuevas fiestas en torno al comercio y al asociacionismo.

En una feria se realizan gran cantidad de ventas y se preparan multitud de contactos para realizar visitas en los próximos meses, por lo que la rentabilidad de tan solo dos días de feria se extiende a lo largo de todo el año. Es habitual cerrar ventas de un primer contacto de anteriores ediciones, repetición y recomendación de producto.

El cliente es quien te visita y lo hace con espíritu receptivo. Las ferias permiten tener contacto directo con el mercado, logrando un trato de persona a persona y contactar con gran cantidad de clientes potenciales en muy poco tiempo. Nos reencontramos con nuestros clientes y proveedores, ya que, debido al uso de las nuevas tecnologías y a la “vorágine” del día a día no les dedicamos el tiempo que requieren. Permite fidelizar y captar nuevos clientes, distribuidores y colaboradores.